Impresionante ayer se vio el río Santa Catarina en Nuevo León luego de las intensas lluvias que provocó Alberto
Tras las intensas lluvias registradas durante la madrugada por la tormenta Alberto, el Río Santa Catarina, en Nuevo León, luce esta mañana con un gran caudal.
Las primeras lluvias de la tormenta Alberto trajeron alivio a la prolongada sequía que enfrenta el Estado, proyectando una captación abundante en las presas que abastecen al área metropolitana, que ayer vivió un día atípico con suspensión parcial de actividades.
A las 10:30 horas, el Municipio de Guadalupe reportó que el nivel del Santa Catarina había llegado a un 100 por ciento
Del mismo modo, se reportó un crecimiento del caudal en el Arroyo Las Tinajas y el Río La Silla, en Guadalupe, así como en el Arroyo Topo Chico y el Río Pesquería.
Pese a las recomendaciones de no salir de casa, decenas de curiosos hicieron oídos sordos y llegaron hasta la orilla del Río Santa Catarina en busca de una foto del recuerdo.
Tormenta dejó un primer día de lluvias intensas en Nuevo León
Cientos de centros de trabajo, incluyendo dependencias gubernamentales, dieron salida temprano a su personal para evitar las precipitaciones, que se generalizaron desde el mediodía en la Ciudad.
La tormenta dejó un primer día de lluvias intensas, aunque intermitentes, en la mayor parte de la zona metropolitana, provocando encharcamientos en diversos puntos y caudales significativos en ríos y arroyos
Las calles lucieron una significativa disminución de vehículos, pero eso afectó a cientos de usuarios del transporte público que reportaron esperar hasta dos horas el paso de algunas rutas.
El Instituto de Movilidad reportó incluso que las Rutas 31, 155, 202, 207 y 400 suspendieron servicio, y varias más dejaron de operar entre las 18:00 y las 20:00 horas.
En Allende, Montemorelos, General Terán, Hualahuises y Linares las cabeceras municipales lucieron casi desoladas y las principales avenidas con encharcamientos.
El Río Ramos, en Allende, y el Río Pilón, en Montemorelos, subieron su caudal, pero sin llegar a generar problemas; mientras que en Linares los ríos Camacho y Pablillo tuvieron poca corriente