En uno de los hechos más cruentos cometidos por un cártel en Nuevo León, un reguero de cuerpos mutilados de al menos 12 personas fue dejado ayer en siete puntos a lo largo de seis municipios metropolitanos.
Por los narcomensajes que dejaron junto a los restos en cada uno de los lugares y de acuerdo con los indicios encontrados, se habría tratado de una purga de "infiltrados" al Cártel del Noreste (CDN) que presuntamente estaban operando para el Cártel de Sinaloa.
"La principal (línea de investigación) y, a reserva de lo que diga el señor Fiscal General de Justicia del Estado y que nosotros compartíamos", dijo Gerardo Palacios Pámanes, Secretario de Seguridad, al finalizar una reunión de seguridad en Palacio de Gobierno, "es una purga al interior de un grupo del crimen organizado que tiene su principal residencia en Tamaulipas.
"(Esta purga) en virtud de algunas deslealtades al interior de su organización", agregó, sin mencionar a los cárteles por su nombre.
Sin embargo, el Secretario General de Gobierno, Javier Navarro, horas antes atribuyó el hecho a la pugna entre los Cárteles de Sinaloa y del Noreste.
Los narcomensajes hallados parecían confirmar lo señalado por Navarro.
"Esto me pasó", decía uno de los mensajes, "por andar apoyando a los Rodos (sic) y a los Sinaloas a quererme infiltrar con el CDN".
El Secretario de Gobierno incluso respondió con un "desgraciadamente sí" a la pregunta de si se preveían más actos violentos.
Los restos fueron abandonados en hieleras y bolsas de plástico en lugares públicos de Apodaca, Santa Catarina, Juárez, García, Monterrey y San Nicolás. En este último municipio dejaron restos en dos puntos.
La jornada violenta incluyó cinco ejecutados más en hechos diversos, posteriores a los hallazgos de la mañana, incluyendo un homicidio anoche en una balacera en un bar de San Pedro.
En total, fueron 17 asesinados en 24 horas.