Con la llegada de las lluvias y las bajas temperaturas en la ciudad, los animales ponzoñosos como arañas, víboras y alacranes buscan refugio en lugares cálidos, y muchas veces encuentran en nuestras casas el lugar perfecto para hacerlo. Por esta razón, es esencial tomar precauciones para evitar el contacto con estos peligrosos animales y reducir el riesgo de picaduras o mordeduras.

Los expertos advierten que en las viviendas es posible encontrar alacranes y diversos tipos de arañas, siendo las más peligrosas la viuda negra y la violinista. Estos animales tienden a esconderse en rincones, ropa, closets, calzado y cualquier lugar que tenga poca luz y esté despejado.

Aunque estos insectos pueden encontrarse en cualquier parte de la ciudad, son más comunes en lugares con maleza, terrenos baldíos y zonas como los kilómetros, alrededores del arroyo del coyote, Rio Bravo y el poniente de la ciudad, entre otros

Además de las arañas y los alacranes, también es importante tener precaución con las serpientes, especialmente la cascabel y la coralillo, que poseen venenos potentes y peligrosos. Durante esta temporada otoñal-invernal, estas serpientes pueden abandonar su hábitat natural en busca de lugares cálidos y secos, lo que aumenta la posibilidad de que ingresen a los hogares.

En caso de sufrir una picadura o mordedura de un animal ponzoñoso, se recomienda lavar la zona afectada con agua y jabón lo más pronto posible, así como el uso de antisépticos. No se debe intentar extraer el veneno, manipular o controlar a las víboras. En su lugar, se debe llamar a los elementos de Protección Civil para que se encarguen de la situación. La persona afectada debe acudir de inmediato a un hospital o centro médico para recibir tratamiento y el antídoto necesario para prevenir complicaciones graves.

Mantener limpio el hogar y mover los muebles y artículos donde puedan esconderse estos animales, como huevecillos, es fundamental para evitar futuras visitas no deseadas. La prevención y la prudencia son clave para proteger a la familia y a uno mismo de los riesgos asociados con los animales ponzoñosos durante la temporada de frío.