Ciudad de México. – La meteoróloga Elizabeth Ramos, del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) brindó información sobre la temporada de huracanes. En una entrevista con MVS Noticias, comentó que, en el Valle de México, se esperan chubascos vespertinos a partir de las 6 de la tarde, acompañados de descargas eléctricas y riesgo de granizo en algunas áreas

Ramos destacó la trayectoria y desarrollo de la tormenta tropical Beryl, actualmente localizada a 105 kilómetros de Progreso, Yucatán. Con vientos de 115 km por hora, Beryl avanza rápidamente hacia el oeste noroeste a 24 km por hora. Se prevé que en las próximas horas ingrese al Golfo de México, dirigiéndose hacia el centro y occidente, y alcanzando la costa norte de Tamaulipas el domingo por la tarde.

—Aunque la estructura compacta de Beryl no afectará directamente al centro de México, provocará chubascos y tormentas eléctricas en varias regiones del país—. Ramos señaló que la temporada de ciclones tropicales en el Atlántico ha sido particularmente activa este año. Hubo tres ciclones impactando en el territorio nacional, una situación poco común.

¿Cuándo finaliza la temporada de huracanes?

La meteoróloga subrayó que la temperatura del mar está creando condiciones favorables para el desarrollo de más sistemas en las próximas semanas. Es fundamental que la población y las autoridades se mantengan alerta, ya que la temporada de huracanes finaliza el 30 de noviembre. Aunque no se espera la formación inmediata de otro sistema como Beryl, la alta temperatura del mar podría generar nuevas formaciones en cualquier momento.

Para el fin de semana en el Valle de México y el Estado de México, se prevén chubascos vespertinos a partir de las 6 de la tarde. Las descargas eléctricas  y posible granizo en la parte occidental del estado. —Es esencial que los ciudadanos tomen precauciones y estén atentos a los avisos meteorológicos para mantenerse seguros—.

Ramos aseguró que, aunque Beryl ha seguido una trayectoria clara, permitiendo tomar precauciones con anticipación, se debe seguir monitoreando su desarrollo. La preparación y la vigilancia constante son clave para minimizar los riesgos asociados a la temporada de huracanes—.