El rancho El Niágara pertenecía a los terrenos de la hacienda de la Cantera, sin embargo dada su gran extensión y productividad la gente lo consideraba una hacienda más.
En 1879 fue propiedad del francés Miguel Thel, quien se asoció con su compatriota Enrique Farjou para desmontar el rancho y abrir tierras a la labor; ese mismo año iniciaron la construcción de su propio molino, inaugurándolo en septiembre de 1881.
Un año después se construyó la presa del Niágara, la cuál fue destruida en 1885 a raíz de una fuerte venida de aguas, y posteriormente fue reparada.
Al ampliarse la cortina de la presa y la capacidad del vaso para riego de cultivos de la región, dentro del programa de obras agrarias del estado, los ranchos El Niágara y San Cayetano quedaron cubiertos por las aguas. En la actualidad, cuando las aguas de la presa no están muy arriba, se pueden apreciar las dos columnas que formaban el acceso al rancho.