Esta fotografía es la primera en la que aparece una persona frente a la cámara y también es la primera fotografía de la ciudad de París.
La cámara usada necesita unos 10 minutos para captar la luz y la escena.
La calle estaba llena de gente, pero mientras se movían durante la toma no lograron impresionar en la foto a excepción de una persona que se detuvo unos minutos para lustrar sus zapatos y la historia lo ha inmortalizado.
Corría el año 1839